Hay descuidos que se cargan durante mucho tiempo sin que uno se explique cómo es que han sucedido y por qué se han perpetuado; la sempiterna gotera del baño, la cerradura que no cierra, la especia que sigue faltando en la cocina y… debo reconocerla, el libro que no hemos recomendad0.
Si debiera haber comenzado la serie del Libro Nuestro de cada Martes con un libro insignia, ese debió haber sido, “Como una novela”, de Daniel Pennac. El libro más entretenido, amable y directo que sobre el placer de leer haya leído.
Pennac es un mago de las letras y una de las plumas modernas más finas de Francia. En este librito se deshace de vestiduras y sale alegremente al campo de la lectura para invitarnos al placer de formar frases, de infiltrados en la mente y en el espíritu del autor y de la vida de los personajes y las ideas; es, en suma, un volumen diminuto que cumple con el presupuesto de Baltasar Gracián, “pretendo formar con un libro enano un varón gigante”.
Pocas veces me he sentido así leyendo un libro, como en la sala de la casa de un buen amigo hablando de cosas que nos gustan. Termina ese libro con un decálogo que no olvido y que le trato de enseñar a mis hijos como lectores en formación y que bien nos viene a todos recordar:
http://www.anagrama-ed.es/libro/argumentos/como-una-novela/9788433913678/A_137
Un pensamiento