Pues sí, desde Amélie Nothomb no me pasaba, he vuelto sobre las letras de Hiromi Kawakami y me encuentro con un estilo reconocible, como volver a casa de algún buen amigo, pero no se repite, sus novelas si bien versan sobre la relación entre hombres y mujeres, entre hombres maduros y mujeres jóvenes, son siempre historias nuevas, sorprendentes y entrañables. Amo de esta escritora la ligereza de la vida y la profundidad de sus personajes. En esta novela de cuenta de las entretelas de un hombre que ama profundamente a las mujeres.
Ser o no creyente es una opción, pero en literatura, el encuentro con lo Eterno es una preocupación permanente; a través de la belleza, del drama humano, de la deidad, lo eterno nos llama como una vocación irresistible y al mismo tiempo como una tentación profunda. Mircea Eliade escribió como muy pocos lo han logrado sobre el tema de lo Eterno.
Tiempo de un centenario es una novela hermosamente atroz, enfrenta al hombre con su mortalidad, con la vejez y el olvido; lejos de la presencia del superhombre, encarna el drama de nuestra temporalidad y ofrece el sentimiento de la esperanza que todos guardamos.
Dotado también de una fina vena novelística, el libro lejos está de ser un ensayo filosófico disfrazado para su mejor venta, al contrario, es una historia apasionante que enriquece al lector y sobre todo, lo ajusta en la grandeza y en la indigencia de su mortalidad.
En 2007 Francis Ford Coppola llevó a la pantalla El hombre sin edad, basado en la novela de Eliade, con magníficos resultados. Algo más sobre la película
Algunos libros son así, retratos de los seres humanos en momentos claves de nuestra vida. La maduración, la juventud, la infancia, todos son instantes tan diversos que pudiera decirse que se trata de una sucesión de distintas personas encarnadas en un solo camino histórico. Enfrentarnos a los hechos e ideas de cada uno de esos tiempos significa retar nuestra propia conciencia de sujetos que vivimos en el tiempo, que nos construimos todo el tiempo y que, también, nos vamos descomponiendo conforme los años pasan.
Este es uno de los libros que retratan el debate entre juventud y madurez, entre belleza y sabiduría y es, ante todo, una metáfora sobre la soledad que acompaña a cada quien desde que nace.
La primavera romana es un texto fundamental de la posguerra; fascinó a toda una generación y vale la pena rescatarlo. Su escenario es complejo, la Italia ocupada por los norteamericanos al final de la segunda guerra mundial, los excesos y beneficios del plan Marshall y en ellos el enfrentamiento entre dos maneras de ver el mundo; es también la historia de una mujer madura en su camino por romper la soledad y encontrar el amor; de un joven en la búsqueda de su ruta y las batallas por el aprendizaje.
Como a pocos, este libro ha sufrido la fama de la película que en su momento lo hizo famoso. Sin embargo, como es natural, sus narrativas son distintas y su resultado es, en ambos casos excelente.
Disfrute con la prevención de que no saldrá indemne de su lectura, uno de esos libros que, de verdad, valen la pena.
En 1961 José Quintero realizó la versión cinematográfica con Vivien Leigh y Warren Beatty, para el actor constituyó su boleto a la fama. Aquí el trailer:
Para cronopios, pequeñitos y grandotes, para viajeros de avión, tren, auto o del cómodo sofá de la sala; para quien viaja con maleta en mano o con la casa en la memoria. Para todos nosotros Julio, el gran Julio, escribió uno de sus libros más suculentos y más misteriosos; un juego de intereses y visiones que nos lleva al mundo onírico del gran cronopio y al mismo tiempo, nos reta al viaje interior de nuestros placeres y nuestras expectativas.
Un libro que habría de leerse, preferentemente, en la juventud, cuando uno tiene ganas de comerse el mundo pero que resultará en un elixir de eterna vitalidad para quienes se han creído aquello que no hemos de movernos para ser sedentarios y emprender la tarea de la cultura.
Hay que viajar y mientras aborda su próximo avión, toma la siguiente carretera o se embarca en el sueño de otras tierras y otras culturas. Disfrute de este enorme texto, dulce y retador, del gran Julio.
Aller au delà de nos limites à travers le monde. J'en suis capable, pourquoi pas toi? Pourquoi pas nous? Ensemble nous sommes invincibles "Je suis femme and i can".